La mermelada de tomate se emplea en la cocina combinándola con queso frito, asado o rebosado. Este es un plato que se ofrece en algunos restaurantes (el contraste del calor del queso fundido con la mermelada es una exquisitez).
Dificultad: Baja -:- Duración: 40 minutos
Receta de "Mermelada de tomate"
Ingredientes:
- 1 kilogramo de tomates maduros
- Azúcar (la cantidad se determinará luego, tras limpiar, trocear y eliminar el pendúnculo y la piel del fruto)
- 1/2 litro de agua
Utensilios y materiales:
- Caldero alto
- Cuchara de madera
- Tarros de cristal con tapa hermética
- Plato pequeño de cristal
Elaboración:
- Pon a calentar agua, cuando empiece a hervir añade los tomates y escalda durante 3 minutos.
- Pasados los 3 minutos, procede a eliminar el pedúnculo y la piel del tomate.
- Limpia e higieniza los tarros de cristal y sus tapas con agua muy caliente (casi hirviendo), o en el lavaplatos con el programa de temperatura más elevada.
- Introduce el plato pequeño de cristal en el congelador.
- Trocea los tomates y pésalos.
- Pesa la misma cantidad de azúcar que de tomates.
- Pon los tomates en el caldero, añade el azúcar, mezcla removiendo con la cuchara de madera y pon a fuego medio.
- Remueve con frecuencia para evitar que se queme y se pegue al fondo.
- Saca el plato del congelador cuando creas que la mermelada ya está en su punto.
- Pon una cucharadita de mermelada en el plato, pasados unos segundos vuelca suavemente el plato. La mermelada se deslizará por él pudiendo establecer la consistencia que deseemos y ese será el momento de retirar del fuego el caldero.
- A continuación, procede de inmediato al envasado (sin que se pierda temperatura). Los tarros y las tapas deberán de estar muy calientes (cuidando de no quemarse las manos). Lo ideal es sacar los tarros del agua caliente o del lavaplatos justo para rellenarlos con la mermelada y posteriormente sacar las tapas, también muy calientes, y cerrar inmediatamente. Si este paso se hace correctamente, al enfriarse el conjunto mermelada-tarro-tapa, se producirá el vacío necesario para conservar la mermelada por más de un año. Si no se hace así, la mermelada deberá conservarse en la nevera y consumirse en un período de tiempo razonable.
Modificaciones y recomendaciones:
- Si en el paso 2 la piel no sale con facilidad es que al tomate le hace falta más tiempo en el agua hirviendo.
- No se debe de usar caldero con tapa, ya que en la mermelada se elimina el agua por evaporación.
- La limpieza e higienización de los tarros de cristal con agua caliente o en lavaplatos se debe hacer mientras preparamos la mermelada, y es la clave si queremos que la mermelada nos dure mucho tiempo sin estropearse.
- Si no queremos encontrar trocitos de fruta en la mermelada, se puede batir con una batidora de brazo, 10 minutos antes de apagar el fuego. Se aconseja que la batidora sea de brazo metálico, ya que el de plástico puede deformarse con el calor.
- Hay que cuidar que el cierre de los tarros sea correcto y hermético. No se pueden reutilizar las tapas más de cuatro veces, ya que las juntas pierden su estanqueidad.
- El azúcar se puede sustituir por fructosa y en este caso la cantidad se reduce a la mitad, el sabor es diferente y el tiempo de conservación también.
- Si la mermelada queda un poco líquida se puede emplear como sirope para helados, calentándolo previamente en el microondas (sólo hay que darle un poco de calor). También se puede añadir al yogur natural, y si además le ponemos cereales queda exquisito.
- Si la mermelada nos queda muy densa pasa a ser una conserva, y si se mezcla con queso curado queda muy bueno.
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